Conociendo a Nick Bollettieri

Cuando era joven quería ser tenista profesional, mis padres no estaban de acuerdo, pero aun así me hicieron realidad uno de mis sueños: ir a entrenar a Florida a la fábrica de campeones de Nick Bollettieri.

A mis 14 años, María Sharapova era mi jugadora favorita, quería compartir tantas cosas en común con ella, no solo tener sus outfits, sino entrenar como ella y tenía la ilusión de que alguien como Nick se fijara en mi juego y me pidiera quedarme a entrenar ahí.

Eran puras fantasías de adolescente, la esperanza de que mi vida podía mejorar y que fuese un diamante en bruto listo para ser descubierto por uno de los mejores entrenadores del mundo, Nicholas James Bollettieri.

Conocía a Nick de nombre y por referencias de ser entrenador de grandes jugadores y que unas amigas de mi ciudad natal acaban de ir a su academia y les había encantado. Yo quería conocer ese mundo y mis padres me dieron la oportunidad de ir a entrenar allá como experiencia no para que fuese jugadora profesional.

Recuerdo como si fuese ayer mi llegada a la Academia, entrenaría con los mejores, competiría con los mejores y estaría dos semanas haciendo lo que más amaba y sin mis padres dándome indicaciones de que, como y cuando comer o dormir.

Estaba tan emocionada de estar allí, no podía creerlo que mi vida estaba a punto de cambiar. Mi vida cambio sin duda, pero no como lo imaginaba estilo cuento de hadas.

Al siguiente día, desperté camine hacia la parada de autobús para irme a entrenar a desayunar y entrenar con los mejores. Estaba muy nerviosa porque nos harían pruebas de colocación en niveles de acuerdo con nuestro juego y edad. Toda la vida la gente ha creído que tengo menos edad, así que los entrenadores pensaban tenía unos 2-3 años menos. Si supieran que tenia 15 años, tal vez hubiese sido ubicada en otro nivel.

Al terminar las pruebas, nos reunieron a todos en la cancha 1 del campus y fue cuando conocí en persona al famoso Nick Bollettieri. Nick nos dio la bienvenida y nos compartió un mensaje motivacional a todos los jóvenes que estábamos sentados en la grada con la ilusión de ser la próxima promesa del tenis. Posterior a la reunión, nos llevaron a hacer preparación física también conocido como IPI. El primer día nos llevaron a la pista junto al lago, nos pusieron a hacer ejercicios pliométricos de calentamiento y luego a correr alrededor del lago. Siendo sincera esa ocasión pensé que no iba poder con el entrenamiento, mi corazón se aceleraba y parecía que se saldría de mi pecho, estaba muerta y apenas era mi primer día y entrenamiento en forma.

Estaba tan emocionada de estar ahí y también nerviosa que olvidé que debía empezar de menos a más e ir a mi ritmo, ya que era asmática y no podía sobre pasar mi límite de esfuerzo. Al terminar IPI nos llevaron a trabajar a cancha a hacer driles y correcciones técnicas. Esa sería nuestra primera sesión de entrenamiento y en la tarde tendríamos match play. Mi head coach se llamaba Rene Muzquiz y era mexicano. Él me tuvo mucha paciencia para limpiar mi golpe y hacer correcciones técnicas.

A la mitad de la semana llevaban a los grupos con Nick, jugábamos frente al gran Nick y nos hacía observaciones, correcciones y nos daba un mensaje inspirador. Esa fue mi segunda interacción con Nick Bollettieri.

Antes de regresar a casa, el último día en el camp tuve una clase privada con Rene a las 6 am y fue que durante la clase tuvimos una conexión y de ahí surgió una linda amistad que conservo a la fecha.

Amé tanto la experiencia que regresé a entrenar allí unas cuatro ocasiones más durante vacaciones y por supuesto tuve la oportunidad de interactuar con Nick. En una de las ultimas ocasiones que fui a entrenar, a los grupos más avanzados nos juntaban para IPI con los full timers. Una mañana a las 7 am, estábamos calentando en cancha cuando apareció Nick Bollettieri y él se encargó de vigilar nuestro calentamiento para después darnos un discurso motivacional que se me quedó grabado por el mensaje de ser privilegiados en estar ahí y debíamos trabajar y sacrificarnos para ser mejores cada día dentro y fuera de las canchas.

No solo estaba en la Academia de Nick, me había hecho correcciones técnicas, sino que Bollettieri estuvo dirigiendo un entrenamiento y yo estaba ahí, obedeciendo sus órdenes. Todo era genial y ese mensaje que nos dio hizo que lo admirara aún más, ya no tenía duda del porque su éxito al formar campeones, su liderazgo y filosofía de vida eran asombrosas.

IMG Academy y Nick Bollettieri han sido muy importantes en mi vida como atleta y como persona. Las lesiones evitaron que volviese a entrenar a IMG, pero a pesar de ello busqué la forma de regresar a ese lugar que me hizo tan feliz y que mientras estuve ahí, era un desafío constante a ser mejor persona y atleta cada día y de traspasar mis límites.

En 2017, pude regresar de visita al campus y ver lo mucho que ha cambiado. Ese mismo año, asistí un día al Eddie Herr Championship como visita donde me reencontré con Rene, mi antiguo entrenador. En 2018, apliqué para trabajar en IMG, tuve algunas entrevistas para ser contratada pero finalmente no se hizo, ya que mi proceso de contratación era distinto al ser extranjera y necesitaba de una visa para irme legalmente, algo que ellos ya no podían esperar a que realizara todo el trámite, era urgente y yo necesitaba tiempo para mi tramite.

Sigo a IMG Academy en redes, tengo contactos dentro de la Academia, soy fan de las frases de Nick y de lo que ha hecho por el deporte. En marzo 2022, acudí a una clínica infantil de IMG Academy en el Abierto GNP Seguros en Monterrey, ahí hubo una conferencia de Nick a distancia y me hizo recordar mis tiempos de jugadora, me volvo a inspirar nuevamente, pero ahora esa motivación seria dirigida hacia mi proyecto de fotografía deportiva.

Hace poco supe que Nick no andaba bien de salud y hoy desperté con la triste noticia de su partida. Todos los medios estaban informando de su muerte cuando apareció un mensaje de su cuenta diciendo que estaba bien. La noticia sea real o no, me impactó y es que Nick ha hecho tanto por el deporte que ha dejado un legado que trascenderá por generaciones y que será la forma de estar presente aun después de su partida. Gracias Nick.